THE LONELY DOLL…

Publicado: 4 junio 2016 en La Rebelión De Las Masas
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A veces te encuentras en ruinas en casi todos los aspectos de tu vida, y encima, si miras alrededor, a todo el mundo le va mejor que a ti.  La auténtica verdad es que nadie es tan guapo, tan alto y tan delgado como en sus fotos de Instagram, pero tú estás en un bache lleno de barro y ellos cruzan la ruta 66, sonriendo con el pelazo al viento mientras de fondo suena «San Francisco» de Scott McKenzie.
De aquí pasamos al bonito mundo de las contradicciones, al «te quiero pero estoy saliendo con otra», «yo no te digo que trabajes 12 horas pero tampoco quiero quejas del cliente», «me gusta la luz cálida pero compro bombillas blancas», «las cosas nunca van a cambiar», etc. Y así todo el rato, con promesas frágiles como tartas que se desmoronan ante el egoísmo de una nueva vida. Y yo, que siempre he sido más golfa apandadora que princesa Disney, observo con cierta melancolía desde la barrera los pobres intentos por colarme goles y venderme películas que no querrían ni en los videoclubs de barrio de finales de los 80. Miles de horas desplazadas en segundos por la novedad. Tiene gracia, y, si algún día me pilláis de buen humor, os escribiré el por qué. Citando a mi querido Rober: «no puedo con la estulticia».
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Mientras todo esto sucede, me dejo acunar por las posibilidades y por la sensación de estar siendo coherente conmigo misma, aunque siempre me queda en el fondo ese regusto amargo de tener que pelear y defenderlo todo. Es como si nunca fuera suficiente, como si la vida a veces se presentara voraz e insaciable, siempre masticando y tragando, inexorable y lenta, acechando en cada esquina y acto.
Tengo una doctora que dice que las decisiones hay que tomarlas con la mente fría y bla,bla,bla. No dudo de su razón, pero dependerá de tu forma de ser, ya que creo que alguien visceral nunca tiene la cabeza fría del todo. Si es malo o bueno, eso sólo lo saben las personas implicadas, y lo mismo para las personas poco empáticas y afectuosas.  Pestañeamos hasta casi 20 mil veces en un día y prácticamente tomamos las mismas decisiones. La pena es que apenas somos conscientes de lo segundo y claro, así nos va.
Quizá ha llegado ese momento en que nuestros demonios necesitan un infierno más grande.

comentarios
  1. AB dice:

    Solo te salvará el Arte, cruzar la barrera y abrir la puerta… crear, producir, dejar constancia y emociones en una masa de color.

  2. Moogito dice:

    «Nos han criado para la cegera» 😉

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