Hoy he tenido un sueño de esos kafkianos en los que es mejor despertarse que saber el final.
Yo estaba en el office de mi empresa, con unos documentos en la mano y estaba dándole un toque a alguien por hacer mal su trabajo (cosa rara, porque no me parece el sitio adecuado para ello). Esa persona se va y me doy cuenta que llevo los zapatos diferentes: mismo color, mismo estilo pero uno de charol y otro de piel normal. Lo primero que pienso es «no importa, queda original y casi no se nota». Pero después decido irme a casa a cambiarme. Justo antes de salir, aparece un chico (que no conozco) y me empieza a tirar los tejos. Es decir, me habla de trabajo y no para de mirarme las tetas con miradas mal disimuladas. Le digo que me tengo que ir y se me queda mirando diciendo «quédate un poco más». Como hasta en los sueños tengo un carácter que tela, no le hago caso y me largo por la puerta.
Una vez en la calle, pienso en cómo ir a casa, si en bus, taxi o coche. Decido ir en bus aún sabiendo que me deja bastante lejos de casa y que probablemente tenga que coger otro. Cojo el bus y me bajo en la última parada, que es un punto neurálgico importante de autobuses, y como tal, está lleno de gente en sus respectivas paradas. Decido coger un segundo bus pero no lo encuentro, y me pongo a buscar entre las paradas llenas de gente. Me meto por una calle y doy a un edifcio laberíntico y medio derruído, en el que veo yonkis en cada esquina. Y además yonkis de heroína.
A mí, que me la pela todo, voy atravesando el edificio, sorteando esquinas, cascotes de ladrillo y yonkis . Veo un matrimonio mayor que intenta cruzar un callejón a toda prisa y les sigo pensando que la salida está por ahí. Justo cuando llego al callejón, ellos doblan la esquina y desaparecen. Decido yo doblar la esquina y zas !!!! me despierto…
Qué asco. Me quedo sin saber el final. El tema es la sensación con la que me he despertado, era extraña, como si algo se hubiera quedado flotando en el ambiente. Encima me he despertado tardísimo.
Y todo esto sin drogas, y casi sin cenar. Y sin ver pelis de Almodóvar. Seguro que Freud diría que necesito follar o alguna otra cosa romántica de las suyas.