El mundo se desmorona.STOP. Las princesas se bajan de sus zapatos y los príncipes esconden la corona. STOP. El corazón que me dio el mago de Oz está dando problemas. STOP. No encuentro gente con cremosidad espiritual. STOP. Cuenta la leyenda que cuando no puedes dormir por la noche es porque estás en los sueños de otra persona; gilipollez de almanaque. STOP. Kundera decía que los amores son como los imperios: cuando desaparece la idea sobre la cual han sido construidos, perecen ellos también. STOP. Siempre es un placer escuchar a The Mission. STOP. La palabra «sureñidad», muy a mi pesar, no está en la RAE. STOP. Todo el mundo debería leer «Leaves of Grass» de Walt Whitman. STOP. He aprendido que lo malo de prestar atención es que no siempre te la devuelven. STOP. Dicen las encuestas que el 77% de las chicas piensan que son feas. Yo creo que el 100% no lo son. STOP. Cuando más trabajo más tengo claro que el poder va por un lado y la realidad por otro. STOP. Sigo manteniendo la habilidad de hacer nudos a los rabos de las cerezas con la lengua. STOP. Me gusta la gente que tengo en WhatsApp y todo lo que me aportan. Incluso los que sólo se comunican por iconos. STOP. Un consejo aplicable a casi cualquier faceta de la vidal: nunca tendrás lo que merezcas, tendrás lo que negocies. STOP. Paletos, paletos everywhere; apestamos a ruralidad y a rancio: sólo hay que entrar en un Zara o en cualquier garito que nombren en televisión. STOP. Sí, eres guapo pero bajito. STOP. Murió Fraga, murió Carrillo, muere Chávez, Fidel wins. STOP. En todas las monarquías han existido amantes, sólo se diferencian en el gusto de la pieza a elegir. STOP. Si no has visto Black Mirror, a qué coño esperas?; si no te ha gustado, hazte un escáner y un test de Rorschach por si acaso: lo tuyo no es normal. STOP. Sí, esa falda te hace gorda. STOP. Ah… tú preguntaste. STOP. Me gusta cuando todo se derrumba a mi alrededor; me excita el olor de lo inesperado y el desastre. STOP. Para mí la adversidad es un chute de oxígeno que me hace sentir viva. Por eso me fascina la sordidez: mugre emocional bajo las uñas y en las sábanas. STOP. Por fin ha vuelto Bowie; y sigue grande, muy grande. STOP. Los planos del rostro de Blanca Suárez, y las gilipolleces de Javier Cámara y Carlos Areces son lo único que merece la pena de la última de Almodóvar, «Los Amantes Pasajeros»; el resto, puedes dormitar cómodamente en tu butaca. STOP. Tengo más hambre de sensaciones que nunca, y eso es bueno pero también muy peligroso; nada como querer descubrir para meterte en el callejón más oscuro. STOP. Cuando nadie te espera, irse cuesta mucho más. STOP. Ahora mismo tengo 38’7 de fiebre y algunos escalofríos. STOP. Siempre tendré debilidad por Poe y Wilde. STOP. A veces me gusta sentirme a la deriva porque la necesidad motiva y te hace sacar la cabeza del barro. STOP. Mirando los libros de contabilidad me encuentro con que la vida me debe 5 años y algunos meses; quizá tenga que desahuciarla. STOP. A mi famosa frase de «única donante de corazón viva» puedo añadir la de «discapacitada emocional». STOP. Mi amigo Martin me confesó hace tiempo que le hice correrse con un chupetón en el cuello; teníamos 17 años. STOP. He ido a un médico y he salido con 4646 € menos. STOP. No te quedes con alguien sólo porque te da paz o cocina bien; quédate con alguien que te vuelva la piel y mente del revés y que nunca te haga promesas adulteradas. STOP. O quédate con alguien que folle bien, que te haga sentir sucia y satisfecha y que te haga comer todos aquellos «yo jamás haré…». STOP. Yo pruebo, arriesgo, aventuro. STOP. Nuevo tipo excitante: Rafa Spunky. Tremendísimo (con el permiso del señor Carlos Berlanga) . STOP. Puede que esté del lado de los ángeles, pero no soy uno de ellos… STOP.